En una intervención de cirugía estética en la que haya existido negligencia médica en la indicación del tratamiento, durante la ejecución de la cirugía o en el seguimiento postoperatorio, se pueden generar secuelas tanto funcionales como estéticas, que en algunos casos serán permanentes y no podrán corregirse con otras operaciones de cirugía estética.
Si bien es cierto que muchas lesiones o secuelas estéticas pueden quedar amparadas por la firma de un consentimiento informado que detalle los riesgos inherentes a las intervenciones de cirugía estética, reflejando las complicaciones, la posibilidad de que el resultado tras una intervención quirúrgica de cirugía estética no sea el deseado o que fruto de la intervención se puedan generar daños como cicatrices, habrá que valorar si dicho resultado o daños estéticos es a consecuencia de una negligencia estética en la que no se haya actuado con la diligencia debida o si por el contrario se ha actuado correctamente y pese a ello, se han generado secuelas o un resultado indeseado.
Respecto a las secuelas estéticas que se producen con mayor frecuencia tras una intervención de cirugía estética, habrá que diferencia entre las distintas intervenciones estéticas y sus secuelas o complicaciones más comunes:
- Mamoplastias y Mastopexias: Hemorragias, infecciones, seromas, contracturas capsulares, hipoestesia o hiperestesia en el pezón, deformidades, asimetrías, neumotórax, quemaduras o necrosis, daños en los nervios intercostales, dolor crónico.
- Rinoplastias: Hemorragia, hematoma, problemas respiratorios, problemas oculares en ojos y párpados, irregularidades o deformidades del dorso y punta nasal, problemas de sensibilidad en la zona nasal, perforación del tabique nasal o amputación parcial de la anatomía nasal, taponamiento o inflamación, lesión nervio nasal.
- Blefaroplastia: Hemorragia en el globo ocular, edema, hinchazón, cicatrices, separación entre el parpado y el globo ocular, problemas en la córnea o en el cierre del párpado.
- Liposucción o lipotransferencia o abdominoplastia: sangrado, cambios en la sensibilidad de la piel como anestesia, cicatrices, irregularidades, huecos o abombamiento de la piel, asimetrías, shock, problemas pulmonares, exceso o defecto de piel o grasa.
Las secuelas funcionales de las cirugías estéticas negligentes deberán ser indemnizadas, con independencia de la cuantificación de las mismas, se tendrá que indemnizar el perjuicio estético, concepto que viene regulado en el artículo 101 de laLey 35/2015, de 22 de septiembre, de reforma del sistema para la valoración de los daños y perjuicios causados a las personas en accidentes de circulación y vehículos a motor, englobando aquellos daños estéticos que tras finalizarse el periodo de curación modifican la imagen de la persona causando un empeoramiento estético que será de mayor intensidad en caso de que no sea posible corregirlo mediante una intervención quirúrgica o tratamiento.
El propio baremo de accidentes de tráfico establece en el artículo 102 los grados del perjuicio estético, otorgándoles una horquilla de puntuación y clasificándolos como:
- Importantísimo
- Muy importante
- Importante
- Medio
- Moderado
- Ligero
Se deberán tener en cuenta para el computo del perjuicio estético, distintos factores como la visibilidad del perjuicio estético en función de la zona del cuerpo donde se encuentre, el potencial del perjuicio para atraer las miradas de los demás, las reacciones que provoque en las personas o las alteraciones en las relaciones interpersonales del perjudicado.
¿Puedo solicitar un daño moral por perjuicio estético?
Si el perjuicio estético alcanza treinta y seis puntos se podrá solicitar conforme al Artículo 106, daños morales complementarios derivados del perjuicio estético.
Nuestros peritos especialistas en cirugía estética valorarán si sus secuelas estéticas han sido causadas por una mala praxis en su tratamiento o intervención estética.