Diagnóstico incorrecto: el error médico más común

El diagnóstico de un paciente es el eje central del que parten multitud de decisiones facultativas que influirán en el tratamiento, en el pronóstico de su enfermedad y en su posible curación. Por ello, es necesario que los diagnósticos de los pacientes sean certeros para poder instaurar de forma precoz las líneas de tratamiento que sean más adecuadas para las patologías de los pacientes y para hacer posteriormente un correcto seguimiento de estos.

¿Por qué se producen errores de diagnóstico?

Los errores de diagnóstico se producen en nuestro país en parte por la gran presión asistencial que sufre nuestro sistema sanitario, pero también se producen en gran medida por falta de medios y de diligencia del personal sanitario, es decir, por negligencia médica; estos últimos serán reclamables a los efectos de obtener una indemnización por mala praxis médica.

Los errores de diagnóstico más comunes se producen:

  • Atención primaria;
  • Asistencias hospitalarias urgentes;
  • Ictus;
  • Infartos;
  • Oncología;
  • Traumatología;
  • Vasculares.

Los errores de diagnóstico más habituales que se producen en atención primaria por negligencia médica están marcados por no derivar a los pacientes a las especialidades médicas para que sean valorados por facultativos especialistas (ginecología, vascular, cirugía general, hematología, traumatología, neurología, cardiología entre otras) en las enfermedades que sufren que puedan realizar un estudio completo sobre la patología del paciente, ofrecer un diagnóstico y tratar al paciente. 

Actualmente, se están produciendo numerosas negligencias médicas en atención primaria por no valorar y explorar a los pacientes físicamente. Aunque a raíz de la pandemia del Covid-19 se haya instaurado en la mayoría de las administraciones sanitarias las consultas telefónicas en atención primaria, el facultativo no puede rehusar de valorar físicamente al paciente si existen motivos para ello como descartar patologías graves y urgentes.

El error de diagnóstico que más se produce en la actualidad está relacionado con patologías neurológicas como los accidentes cerebrovasculares, Ictus y hemorragias cerebrales. Estos errores se producen por no interpretar o reconocer correctamente la sintomatología neurológica de los pacientes, por omitir una exploración neurológica, por no solicitar las pruebas diagnósticas oportunas como TAC craneal, RM, o angiografía, por no ser valorados los pacientes por un neurólogo, por omitir las medidas de reposo oportunas y debido a que algunos de estos pacientes no son tratados en unidades especializadas para estas enfermedades.

También son frecuentes los errores en el diagnóstico de cáncer. Estos errores se pueden dar desde las primeras consultas en atención primaria en las que el médico de atención primaria no sospecha de una posible patología oncológica y se pueden producir también en asistencias a urgencias o especialidades. El denominador común de este tipo de errores de diagnóstico y retraso de diagnóstico es la omisión en la realización de pruebas oportunas que pueden orientarnos hacía un diagnóstico oncológico. En caso de que el diagnóstico del cáncer sea tardío puede influir en el avance de la enfermedad, que los tratamientos sean más o menos lesivos y en la esperanza de vida de los pacientes. 

Si considera que usted o su familiar ha padecido un error de diagnóstico que haya tenido consecuencias en su estado de salud, puede ponerse en contacto con nuestros abogados especialistas en derecho sanitario para que le indiquen como se puede reclamar la responsabilidad del personal sanitario y cómo obtener una indemnización por la negligencia. Contacte con Hidalgo Fernández Abogados y les apoyaremos en su proceso de reclamación por mala praxis médica.

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