Riesgos asociados a las vídeoconsultas en el ámbito médico

Con el auge de la tecnología, las vídeoconsultas médicas han experimentado un crecimiento exponencial, especialmente desde la pandemia de COVID-19. Esta modalidad ha permitido a millones de personas acceder a servicios médicos sin tener que desplazarse físicamente a un centro de salud, lo cual ha supuesto un avance significativo en la atención sanitaria.

Sin embargo, a pesar de sus ventajas, las vídeoconsultas también presentan riesgos y desafíos que es necesario abordar para garantizar la seguridad de los pacientes y evitar posibles negligencias médicas.

 

¿En qué consiste una vídeoconsulta médica?

La vídeoconsulta es una forma de atención médica en la que el paciente y el profesional sanitario se comunican a través de una plataforma virtual. A través de una cámara, el médico puede realizar una evaluación preliminar del paciente, revisar resultados de pruebas, ofrecer recomendaciones y, en algunos casos, prescribir medicamentos. Aunque esta modalidad ha demostrado ser eficaz en muchos casos, no siempre es adecuada para todas las situaciones médicas.

 

Riesgos asociados a las vídeoconsultas

A pesar de que la vídeoconsulta es una herramienta valiosa, no está exenta de riesgos. Uno de los principales desafíos es la limitada capacidad de diagnóstico. En muchas ocasiones, el examen físico es crucial para llegar a un diagnóstico preciso, y la vídeoconsulta no permite la realización de este tipo de exploraciones. Esto puede llevar a un diagnóstico erróneo o tardío, lo que en algunos casos puede derivar en una negligencia médica.

Otro riesgo importante es la falta de confidencialidad. Las consultas médicas deben garantizar la privacidad del paciente, y las vídeoconsultas pueden exponer la información sensible a ciberataques o brechas de seguridad si no se utilizan plataformas adecuadas y seguras. Los profesionales de la salud deben asegurarse de utilizar herramientas que cumplan con los más altos estándares de protección de datos para evitar filtraciones que comprometan la información médica del paciente.

 

Negligencias médicas en el ámbito de las vídeoconsultas

Las vídeoconsultas, al igual que las consultas presenciales, pueden dar lugar a errores o negligencias médicas si no se gestionan de manera adecuada. Las situaciones más comunes de negligencia en este ámbito incluyen:

  • Diagnósticos incorrectos: Como veníamos diciendo, la falta de contacto directo y exploración física puede resultar en diagnósticos incompletos o incorrectos, que pueden agravar la condición del paciente.
  • Retrasos en la atención médica: En algunos casos, la vídeoconsulta puede ser inadecuada para evaluar situaciones de urgencia. Si el médico no remite al paciente a una consulta presencial cuando es necesario, el retraso en el tratamiento puede tener consecuencias graves.
  • Prescripción inadecuada de medicamentos: La falta de una evaluación física adecuada puede llevar a una prescripción inadecuada de medicamentos, con el consiguiente riesgo para la salud del paciente.

 

Resumiendo, las vídeoconsultas médicas han abierto nuevas posibilidades para el acceso a la atención sanitaria, pero también presentan riesgos que no deben pasarse por alto. Los médicos y las instituciones deben ser conscientes de estas limitaciones y garantizar que el uso de esta modalidad sea adecuado para cada paciente.

En caso de negligencia médica durante una vídeoconsulta, los pacientes tienen derecho a reclamar y recibir compensación por los daños sufridos. Si lo deseas, desde nuestro despacho de abogados en negligencias médicas podemos ayudarte.

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