Cuando un recién nacido llega al mundo, existen una serie de protocolos médicos especialmente diseñados que tienen como finalidad comprobar que su estado de salud sea óptimo, ya sea para permitirle irse a casa con sus padres o bien para iniciar cualquier tipo de estudios o tratamientos que sean necesarios para profundizar en la evaluación.
De esta forma, los profesionales que atienden tanto a la madre como al bebé tras el parto pueden anticiparse a potenciales problemas de salud, y ofrecer, en caso de ser necesaria, atención médica de emergencia que puede evitar perjuicios más graves.
Como es lógico, una mala praxis producida al realizar el test de Apgar puede ocultar o adulterar toda clase de trastornos, lo que conduciría a obviarse una enfermedad que requiere de cuidados específicos, convirtiendo en importantísima la actuación médica en estas situaciones, y recayendo en una negligencia médica si no se actúa con la diligencia necesaria.
¿Qué factores evalúa el test de Apgar?
Para saber si efectivamente ha existido una negligencia médica durante este procedimiento, es fundamental considerar qué examina el test de Apgar:
- Aspecto: se refiere al color de la piel, en búsqueda de zonas azuladas o de tonalidades “anormales”.
- Pulso: se comprueba que la frecuencia cardíaca del bebé se sitúe dentro de los estándares deseables y normales.
- Irritabilidad: la irritabilidad o grimage (en inglés), describe la capacidad de respuesta del bebé.
- Actividad: se practican pruebas que identificarán la condición muscular del recién nacido.
- Respiración: se evalúa el ritmo respiratorio y se comprueba que el bebe no haga esfuerzos exagerados para respirar.
Aclarado esto, todos los factores son puntuados con baremos que van del 0 al 2, representando el 2 la perfección y el 1 la normalidad; el 0 es la única puntuación “preocupante” porque indica la ausencia de ese factor y alerta de la necesidad de tomar las oportunas precauciones médicas o iniciar tratamientos adecuados.
Cada niño o niña puede sumar un máximo de 10 puntos en el citado test, aunque se considera que 7 puntos o más está dentro de lo normal. Puntuaciones globales inferiores a 7 pueden llevar a la recomendación de comenzar algún tratamiento específico. También hay que decir que el test se repite dos veces en cinco minutos, para verificar si hay cambios o avances.
Test de Apgar y negligencias médicas
Como decíamos al principio de este artículo, no faltan antecedentes en los que se cometen errores al ejecutar esta prueba por parte de los sanitarios.
Una hipoxia antes o durante el parto o alguna señal de falta de bienestar que pasó desapercibida por el equipo médico podrían ser motivos suficientes para pensar que hubo negligencia médica, lo cual debería hacernos sopesar la posibilidad de tomar cartas en el asunto de inmediato.
Lo primero y más aconsejable, sin olvidar nuestro estado anímico y emocional, es contactar con un despacho de abogados en negligencias médicas como es Hidalgo Fernández Abogados: tras exponernos la situación, te guiaremos en el proceso burocrático, e incluso judicial, si finalmente es necesario.