Omisión de asistencia sanitaria

A pesar de lo que podríamos imaginarnos en una primera instancia, las negligencias médicas no sólo se dan como consecuencia de una acción desafortunada -en efecto “negligente”- del profesional de la salud, sino que en alguna ocasión pueden producirse como resultado de la omisión de la acción indispensable para la curación del paciente.

Es decir, no necesariamente hace falta que el médico realice una acción dentro de su campo de conocimiento con resultados negativos para el paciente para que haya una negligencia, sino que puede haberla cuando no se realice ese procedimiento imprescindible para mejorar la calidad de vida de la persona, provocando daño irreversible.

A lo largo del presente artículo, vamos a centrarnos en todos los aspectos fundamentales de las negligencias médicas por omisión y, en particular, con las relacionadas con la omisión de la asistencia médica.

 

¿Cómo distinguir una omisión de asistencia médica?

En líneas generales, una omisión de asistencia médica supone pasar por alto los estudios y/o tratamientos que requiere un individuo para recuperarse de una dolencia o enfermedad y que, al no llevarse a cabo, le impiden desarrollar su vida con normalidad, en muchos casos repercutiendo en una afección crónica, ya irreparable.

Como cabe suponer, la omisión de la asistencia médica no siempre puede descubrirse en ese mismo momento. No son nada extraños los casos en los que un agravamiento de la situación y un control posterior evidencian esa omisión cuando el deterioro en el organismo es más importante, y las tareas paliativas bastante menos efectivas.

 

Ejemplos de omisión de asistencia médica

En el día a día de una institución médica son numerosos los eventos asociados a la omisión de la asistencia que pueden llevarse adelante, afectando a toda la cadena de atención, desde la ambulancia hasta la terapia intensiva.

En la ambulancia

Las ambulancias recorren las ciudades intentando llevar auxilio a quienes sufren algún episodio de salud repentino. Curiosamente, un buen número de las negligencias médicas por omisión de asistencia son su responsabilidad.

Si un paciente ha padecido un infarto y quienes forman parte de esta atención ambulatoria no saben reconocer esos síntomas y le envían de nuevo a su casa y fallece, se considerará que hubo una omisión de asistencia. Existen cuantiosas sentencias en las que se confunde estos episodios con los trastornos de ansiedad, por ejemplo. 

En el centro sanitario, o fuera de él

Alguna vez habrás visto en las noticias que un paciente fallece en la puerta de un centro médico, o entrando a él. Cuando un profesional de la salud no llega a atender a alguien que aguarda desesperadamente por diagnóstico, estamos ante una mala praxis muy clara, una que incurre en el grave delito de la omisión del deber de socorro.

Lo mismo si el paciente es diagnosticado, ingresado, y una vez hospitalizado fallece porque no se le ha brindado todo la atención sanitaria que hacía falta para evitar que su cuadro pudiera empeorar más allá del control básico.

Omisión de la exploración por TC o TAC

Asimismo, y de manera frecuente, se dan casos de agravamiento o fallecimiento del individuo que concurre a un centro médico manifestando algún dolor y, al prescindirse de la exploración por TC o TAC, no recibe la atención requerida.

 

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