Negligencias médicas en supuestos de infecciones respiratorias

Se denomina infección respiratoria a todo aquello que afecta tanto a las vías respiratorias altas y bajas (lo que viene a ser los pulmones).

Entre las infecciones respiratorias más comunes podemos mencionar: 

  • Rinofaringitis aguda, también conocido como resfriado común;
  • Faringoamigdalitis;
  • Rinosinusitis.

Las infecciones de los pulmones (vías respiratorias bajas), son denominadas neumonías y son las más graves aunque menos comunes que las infecciones de las vías respiratorias altas. 

Ambos tipos de infecciones pueden deberse a virus o bacterias.

¿Cuáles son las negligencias médicas habituales relacionadas con infecciones respiratorias?

Infecciones nosocomiales (intrahospitalarias)

Se trata de infecciones contraídas habitualmente tras un ingreso hospitalario (más información), se producen a partir del tercer día de ingreso hospitalario y también pueden producirse hasta setenta y dos horas después del alta hospitalaria. Suelen ser patógenos agresivos de las dependencias hospitalarias.

Ante una infección, independientemente de que sea nosocomial o adquirida en la comunidad, para que no medie negligencia médica, es de vital importancia un diagnóstico y tratamiento precoz por las graves secuelas que la infección pueda generar toda vez que las infecciones pueden causar graves daños de carácter irreversible en forma de secuelas o pueden incluso dar lugar al fallecimiento del paciente como consecuencia del foco infeccioso.

Se deben distinguir los supuestos en los que el contagio es consecuencia de una incorrecta profilaxis o cuidados, de aquellos en los que se han adoptado todas las medidas establecidas en los protocolos y, aun así, el contagio se produce, como suele ocurrir por ejemplo en pacientes entubados en la UCI durante largos periodos de tiempo.

Infecciones postoperatorias

Suele ser relativamente frecuente y se suelen dar en pacientes que han sufrido una cirugía torácica o digestiva, que limita o incluso imposibilita su capacidad de defensa frente a pequeñas broncoaspiraciones. 

En resumen, se da en los pacientes que, tras sufrir una cirugía, tienen dificultad o imposibilidad a toser (por los dolores propios de la cirugía) y, en consecuencia, disminuye su capacidad de evitar una broncoaspiración. 

En estos casos es crucial un estrecho control del paciente no solo para evitar que pueda asfixiarse en caso de una broncoaspiración importante, también por las infecciones que pueden producirse en el aparato respiratorio.

Retraso de diagnóstico de infección 

Suele ser un caso habitual y desgraciadamente grave. 

La neumonía se define como una infección que inflama los sacos aéreos de uno o ambos pulmones; es una enfermedad que puede ser extremadamente grave y que, puede llevar a un shock séptico y al fallecimiento del paciente. 

Existen casos en los que, debido a una mala asistencia sanitaria, se sufre un retraso de diagnóstico de una neumonía otros retrasos de diagnóstico de procesos infecciosos como los causados por la bacteria estreptococo pyogenes. Con este tipo de bacterias, lo más probable ante un retraso de diagnóstico y tratamiento de la infección, el paciente entrará en shock séptico y, debido a la evolución de la infección y necrosis de los tejidos, puede llegar a tener consecuencias tan graves como la  amputación de alguna de las extremidades o el fallecimiento de la paciente.

Desde nuestro bufete de abogados especialistas en negligencias médicas podemos ayudarle a reclamar y obtener una indemnización por la negligencia sufrida, siendo el primer paso intentar llegar a un acuerdo extrajudicial, pues si existe un peritaje que determina la existencia de mala praxis se darán las premisas necesarias para tratar de  obtener una indemnización económica por la totalidad de los daños físico y morales padecidos, ya sea con un acuerdo económico o mediante el auxilio judicial.

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