La atención obstétrica es una de las áreas más sensibles y delicadas de la medicina, donde la seguridad y el bienestar de dos vidas -la de la madre y la del bebé-, están en juego. La mala praxis médica en este ámbito puede tener consecuencias devastadoras y duraderas.
Contenidos
¿Qué es la mala praxis médica en la atención obstétrica?
La mala praxis médica se refiere a cualquier acción u omisión por parte de un profesional de la salud que se desvía de los estándares y protocolos médicos aceptados, y causa daño al paciente. En la atención obstétrica, esto puede ocurrir durante el embarazo, el parto o el posparto, y puede afectar tanto a la madre como al recién nacido.
Negligencias más habituales en la atención obstétrica
Existen diversas formas en que la mala praxis puede manifestarse en la atención obstétrica. A continuación, detallamos algunas de las negligencias más comunes.
1) Diagnóstico y monitoreo inadecuados
La falta de un diagnóstico preciso y un monitoreo adecuado durante el embarazo puede llevar a complicaciones serias. Por ejemplo, no detectar condiciones como la preeclampsia, la diabetes gestacional o infecciones puede poner en peligro la vida de la madre y del bebé.
2) Errores en la administración de medicamentos
La administración incorrecta de medicamentos, ya sea en términos de dosis o tipo, puede tener efectos adversos graves. Esto incluye la administración de la anestesia epidural sin las precauciones necesarias, o el uso inapropiado de fármacos para inducir el parto.
3) Negligencias durante el parto
Las negligencias durante el parto son especialmente críticas. Entre las más comunes se encuentran las siguientes:
- Fuerza excesiva durante el parto vaginal: Puede causar lesiones tanto a la madre como al bebé, incluyendo fracturas y daños en los nervios.
- Retrasos en realizar una cesárea: En situaciones donde una cesárea es médicamente necesaria, cualquier retraso puede llevar a sufrimiento fetal y acarrear daños cerebrales.
- Manejo inadecuado de instrumentos: El uso incorrecto de fórceps o ventosas puede causar lesiones graves al bebé, como hematomas o lesiones craneales, lo que resultaría en una negligencia médica en el parto.
4) Falta de atención en el posparto
La atención adecuada no termina con el nacimiento del bebé. La falta de monitoreo y cuidado en el posparto puede resultar en complicaciones como infecciones no tratadas, hemorragias postparto o tromboembolismos que pueden poner en riesgo la vida de la madre. – Más información.
Riesgos y tipos de lesiones
La mala praxis en la atención obstétrica puede dar lugar a una variedad de lesiones y complicaciones, algunas de las cuales pueden tener efectos a largo plazo o permanentes.
Lesiones a la madre
- Hemorragias: Pueden ser causadas por desgarros, mala gestión del parto o errores en la administración de medicamentos.
- Infecciones: Resultantes de una higiene deficiente o falta de atención adecuada durante y después del parto.
- Daños en órganos internos: Puede ocurrir durante una cesárea mal realizada.
Lesiones al bebé
- Lesiones cerebrales: Como la parálisis cerebral, causada por falta de oxígeno durante el parto.
- Fracturas: De clavícula o huesos largos, debido a un parto vaginal traumático.
- Daños en los nervios: Especialmente del plexo braquial, resultando en pérdida de función en el brazo.
Casos más comunes y ejemplos
En España, la jurisprudencia ha abordado numerosos casos de mala praxis en la atención obstétrica, ofreciendo ejemplos claros de negligencias que han resultado en daños significativos.
-
Caso de retraso en la cesárea
Un ejemplo notable es la Sentencia del Tribunal Supremo de 16 de octubre de 2018, donde se condenó a un hospital por retrasar innecesariamente una cesárea. El retraso resultó en sufrimiento fetal y daño cerebral irreversible al bebé. El tribunal otorgó una indemnización significativa a la familia afectada.
-
Caso de manejo incorrecto de fórceps
Otro caso relevante es la Sentencia de la Audiencia Provincial de Madrid de 3 de marzo de 2015, donde se demostró que el uso incorrecto de fórceps durante el parto causó una lesión craneal grave al bebé. La madre también sufrió desgarros extensos. La familia recibió una indemnización considerable por los daños sufridos.
Prevención y buenas prácticas
Para evitar la mala praxis en la atención obstétrica, es crucial que los profesionales de la salud sigan una serie de buenas prácticas.
- Capacitación continua: Los profesionales deben estar al día con las últimas técnicas y procedimientos obstétricos, asegurando que puedan manejar adecuadamente cualquier complicación que surja.
- Comunicación efectiva: Mantener una comunicación abierta y clara con la paciente y sus familiares es esencial. Informar sobre los riesgos, beneficios y alternativas de los procedimientos propuestos ayuda a tomar decisiones informadas y reduce el riesgo de mala praxis.
- Protocolos rigurosos: Adherirse a protocolos y guías clínicas estrictas asegura que se sigan las mejores prácticas en todo momento, desde el diagnóstico hasta el posparto.
- Monitoreo constante: La vigilancia continua del estado de la madre y del bebé permite una rápida respuesta ante cualquier signo de complicación, reduciendo significativamente el riesgo de daños.
*Recuerda que desde nuestro despacho de abogados especialistas en negligencias médicas, nos dedicamos a proteger los derechos de los pacientes y a buscar justicia para aquellos que han sufrido debido a una mala praxis el ámbito sanitario. Si tú o un ser querido habéis sido víctimas de una negligencia en obstetricia, no dudes en contactarnos para recibir el asesoramiento legal que necesitas.