La negligencia médica es uno de los actos más condenables que puede cometer un profesional de la salud. Cualquier médico que se equivoque en el diagnóstico de una enfermedad, la pase por alto, no realiza las pruebas oportunas, se equivoca a la hora de suministrar un tratamiento, etc. condiciona las probabilidades de vida del paciente o, como mínimo, su calidad de vida.
Si a eso se le suma que los procesos por reclamaciones ante negligencias médicas tienen fama de ser largos y tediosos, esto explica por qué muchas personas que han sido perjudicadas a consecuencia de acciones irresponsables por parte de los profesionales de la salud, deciden no enjuiciarle.
Y una de las explicaciones que la mayoría de las víctimas esgrimen es la gran falta de certidumbre. Sobre todo, porque no tienen un tiempo estimativo u orientativo sobre qué tan extenso puede ser el litigio, y nadie está preparado para convivir durante años con los -habituales- lentos plazos de la Justicia.
Todo depende del tiempo de procedimiento
Lo primero que debes tener en cuenta, si te hayas en estas difíciles circunstancias, es que la prolongación en el tiempo de las instancias judiciales depende del tipo de procedimiento que afrontamos.
A la hora de interponer una reclamación legal y reclamar una indemnización por negligencia médica, como compensación del daño derivado de una mala praxis, hay que analizar cuestiones como si el error fue cometido dentro de la sanidad pública o privada, en qué situación se produjo el fallo, y otros asuntos. Contemplando esos elementos, se sabrá cuál es la complejidad del pleito definitivo.
Muy a grandes rasgos, podemos distinguir tres tipos de procedimientos, según sus vías:
- Vía administrativa: son los juicios que involucran a las entidades que dependen del Estado. Suelen tener una duración de dos o tres años de media, y hasta cinco en total.
- Vía civil: son los juicios que involucran a las entidades privadas y aseguradoras. Suelen tener una duración media de entre un año y medio y dos años.
- Vía penal: son los juicios que tienen un segundo objetivo, el de obtener la inhabilitación del médico o incluso una pena de prisión, además de una indemnización.
Pasos a seguir para denunciar una negligencia médica
Independientemente de la vía por la cual se opte, los pasos a seguir para denunciar negligencias en el ámbito médico son casi siempre las mismas, y lo más recomendable es no abordarlos en soledad. Se aconseja, de hecho, el acompañamiento de un abogado experto en este ámbito, con años de experiencia en la materia, que sepa cómo llevar a cabo los trámites requeridos para la reclamación.
Esto, sobre todo, a fin de cumplir estrictamente con los márgenes que establecen las leyes respecto a cuándo pueden presentarse las reclamaciones, cuáles son los documentos y pruebas que deben reunirse, de qué modo deben ser reunidos, y otras tantas preguntas que podrían desgastar a la propia víctima, o su familia, rememorando todos los detalles de aquel infortunado acontecimiento.
Sobra decir que contar con un abogado en negligencias médicas multiplicará tus posibilidades de ganar el juicio en los tribunales, viendo resarcido el daño.
