¿Qué consecuencias puede tener el retraso de diagnóstico en caso de apendicitis?

La apendicitis es una enfermedad tan común como temida, sobre todo por los fuertes dolores asociados a su desarrollo, ligado a que generalmente acaba a través de una intervención quirúrgica.

Podríamos definirla como una infección o inflamación del apéndice, un órgano minúsculo, de apenas diez centímetros aproximadamente, que comunica con el intestino grueso, pero que no tiene utilidad conocida. 

Esto quiere decir que un ser humano puede continuar perfectamente su vida incluso cuando le haya sido extirpado, y es por ello que tan rápido como afecta negativamente el bienestar del paciente, se suele optar por su extirpación. 

En general, esta dolencia afecta sobre todo a personas jóvenes, de entre 10 y 30 años de edad. Asimismo, es importante saber que un 5% de la población mundial sufrirá apendicitis.

 

¿Qué se debe hacer en caso de apendicitis?

Ante la mínima sospecha de estar padeciendo apendicitis, el paciente debe acudir a urgencias. Hay que estar atento a síntomas muy específicos, como el dolor abdominal que surge repentina y bruscamente, sin explicación aparente, y que aumenta a medida que pasan los minutos, localizándose en la parte baja del abdomen, más hacia el lado derecho. 

Algunas personas que experimentan la apendicitis pasan por otros cuadros complementarios, como por ejemplo náuseas, vómitos, distensiones abdominales y algunos más que pueden llegar a confundirles acerca de qué es lo que pasa realmente. Por eso es fundamental consultar al médico casi de inmediato. 

 

La importancia del diagnóstico

La primera toma de contacto con el profesional de la salud es clave para abordar esta infección o inflamación y su tratamiento o eventual cirugía, que es el diagnóstico inicial.

Normalmente, no hay causas específicas detrás de la apendicitis, pero sí es imperioso diagnosticar este problema cuanto antes, para evitar que, al cabo de un par de días, se genere una peritonitis, cuyo pronóstico es reservado por la mayor gravedad y hasta el riesgo de muerte que supone.

De hecho, se la considera una emergencia médica, y no debe ser tratada como una consulta más. Lamentablemente, como no todos los centros médicos públicos ni privados cuentan con expertos dedicados a esta especialidad, ni el equipamiento para proceder con una cirugía laparoscópica, las negligencias médicas alrededor de la apendicitis están a la orden del día.

 

¿Cómo reclamar una apendicitis mal o no diagnosticada?

Ante el error o la ausencia del diagnóstico certero de apendicitis, se debe contratar un abogado especializado en mala praxis médica. Además, cuanto antes comience su trabajo, mayores serán las probabilidades de obtener una compensación económica, ya que tendrá acceso a más pruebas que demuestren el fallo cometido por el médico.

Los abogados para negligencias médicas saben exactamente cuáles son los indicios y señales que advierten que ha habido una actuación negligente, siendo los mejor preparados para recopilar toda la información básica para afrontar una demanda por los daños y perjuicios ocasionados, en la que se busque la lógica indemnización, que no repara ninguna mala praxis, pero la reconoce y permite que la víctima disponga de los medios necesarios para resolver complicaciones propias derivadas del mal proceder de los profesionales sanitarios.  

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