Como abogados especialistas en negligencias médicas, una de las consultas más habituales que recibimos en nuestro despacho está relacionada con preguntas del tipo “¿cómo se demuestra una negligencia durante el parto o tras éste?”.
Al final, sabemos por nuestra experiencia, y porque así lo confirman las estadísticas, que las negligencias médicas durante o después del parto están entre las más comunes, entendiéndose así todas las malas praxis producidas desde que se inician las labores para el nacimiento del bebé, hasta las 24 horas posteriores a su alumbramiento.
Por lo tanto, en esta entrada vamos a ver cómo averiguar si ha existido una negligencia médica en el parto, afectando la vida de la madre y/o el bebé.
Contenidos
¿Cómo demostrar una negligencia médica en el parto?
1- Documentación clínica
La documentación clínica en general, y el historial médico en particular, son indispensables en esas situaciones. Estos estudios son registrados por los sanitarios y, en caso de realizarse un juicio, deben ser ratificados ante los Tribunales, para darles validez (si quieres saber cómo conseguir el historial médico tras una negligencia, te aconsejamos que eches un vistazo a la correspondiente entrada de nuestro blog).
En muchos casos se solicita también que se completen con nueva información que pudieran tener.
2- Informes periciales
La investigación de los peritos es otro factor imprescindible en estos procedimientos legales, ya que son los encargados de reunir todas las pruebas que demuestren que efectivamente hubo una negligencia médica durante el parto.
¿Cómo se evalúa el proceder del profesional?
Aunque los anteriores son aspectos clave que no pueden dejar de considerarse, también hay otras cuestiones a tener en cuenta. Una de esas cuestiones es la evaluación completa del proceder del profesional médico, básicamente porque para demostrar que ha habido negligencia médica, la acusación debería ser capaz de demostrar que el personal sanitario tiene responsabilidad en el resultado adverso, por acción u omisión de sus obligaciones.
Lo que se hace en estos supuestos es conseguir pruebas que dejen claro que el equipo sanitario actuó obviando protocolos o estándares de su profesión, que ejerció en contra a la lex artis.
Destacamos que todo lo que estamos comentando se aplica no sólo al jefe del equipo médico o profesional que lideró cualquier tipo de terapia intervencionista o paliativa, sino también a sus colegas y al establecimiento sanitario.
¿Cuándo se desestima la negligencia médica?
Normalmente, recomendamos no llevar a cabo denuncias por negligencias médicas cuando, en nuestros primeros acercamientos a los hechos, observamos que las lesiones eran imprevisibles y no podían haberse evitado, denominándose entonces como “causa de fuerza mayor”, y aconsejando no ir a la justicia por ello.
Conclusiones
Dicho esto, de levantarse pruebas contundentes que demuestren que la existencia de una mala praxis médica, sugerimos iniciar cuanto antes una demanda, sobre todo si se dan en el ámbito de la sanidad pública, en la que los tiempos para interponer una denuncia ante la justicia son mucho más acotados que cuando la negligencia ocurre en una entidad privada.
Independientemente de dónde ha ocurrido la negligencia, estos procesos son largos y es conveniente abordarlos de inmediato, en cuanto se tengan suficientes evidencias para poder presentarlas ante el juzgado.